Concejal durante la república fue un gran maestro, muy vocacional y de una gran talla intelectual. Como su compañero en las tareas municipales, don Mario Spreáfico, fue uno de los mayores dirigentes de la masonería en Archena, bastante extendida en los años previos a la guerra civil. Tras salir de la carcel, fue separado del servicio como maestro nacional y pasó a ejercer la docencia en la enseñanza privada, en el colegio “Andrés Manjón” que había sido puesto en marcha por otro maestro en iguales circunstancias, don José Antonio Campuzano, donde se jubiló. Este parroquiano que iba a diario al célebre “Café Segura”, ha prestado su nombre a un colegio para que no se olvide su excelente labor pedagógica.