Sacerdote que estuvo 17 años en la Parroquia de San Juan Bautista de Archena y que es añorado por todos por su gran simpatica y por la enorme aceptación que tuvo entre la juventud del pueblo, siempre será recordado por sus misas de niños y por su eterno deseo de dar gracias por todo.
D. Francisco Sánchez Abellán nació en El Raal en 1936. Estudió Latín y Humanidades en el Seminario de San José de Murcia y Filosofía y Teología en el Seminario de San Fulgencio. Se ordenó sacerdote en junio de 1964. Estuvo de coadjutor en la parroquia de Caravaca de la Cruz. Marchó a Salamanca, donde se licenció en Filología Clásica. En la Universidad Pontificia de Salamanca estuvo adjunto de Cátedra de Griego. Además, desempeñó la Cátedra de Latín Clásico y Vulgar en la Universidad Complutense de Madrid y se doctoró en Filología Clásica.
Entre sus cargos en la Diócesis de Cartagena, figuran el de Ecónomo de Aljucer, Profesor del Seminario Menor de San José y del CETEP, Cooperador de la parroquia de San Juan Bautista de Archena, profesor de Religión en el Instituto Doctor Pedro Guillén de Archena, y por último, co-párroco de San Bartolomé de Murcia. En varias ocasiones viajó a Roma, al Centro de Espiritualidad de los Focolares, movimiento al que estuvo muy unido.
D. Francisco Sánchez Abellán nació en El Raal en 1936. Estudió Latín y Humanidades en el Seminario de San José de Murcia y Filosofía y Teología en el Seminario de San Fulgencio. Se ordenó sacerdote en junio de 1964. Estuvo de coadjutor en la parroquia de Caravaca de la Cruz. Marchó a Salamanca, donde se licenció en Filología Clásica. En la Universidad Pontificia de Salamanca estuvo adjunto de Cátedra de Griego. Además, desempeñó la Cátedra de Latín Clásico y Vulgar en la Universidad Complutense de Madrid y se doctoró en Filología Clásica.
Entre sus cargos en la Diócesis de Cartagena, figuran el de Ecónomo de Aljucer, Profesor del Seminario Menor de San José y del CETEP, Cooperador de la parroquia de San Juan Bautista de Archena, profesor de Religión en el Instituto Doctor Pedro Guillén de Archena, y por último, co-párroco de San Bartolomé de Murcia. En varias ocasiones viajó a Roma, al Centro de Espiritualidad de los Focolares, movimiento al que estuvo muy unido.
